El premio al gilipollicas de la semana es para el niño que sale en el vídeo maltratando a un lagarto bastante grande.
¿Que pensaba, que el lagarto se iba a dejar dar de ostias hasta la muerte tranquilamente? Por lo menos el lagarto le ha enseñado una buena lección al crío: No toques los cojones a los demás, la más importante y últimamente olvidada de las lecciones de civismo.
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